sábado, 1 de marzo de 2014

No espero más que tu alegría



Te amo con amor sincero, pero no alcanza.
Un día u otro hay rumor de tormenta, devastadoras nubes sombrías.
Te quiero  con alegría dolorosa, a veces.
Tibia es la ternura. Pero no alcanza.
Un tejido de lanas y de espumas  te abraza. Nada.
Tu dolor es el mío. No alcanza
La mirada celeste, la señal de la vida.      
No basta la sonrisa.
No quiero
Tu dolor.  No espero más que tu alegría.
En el primer instante,
Cuánto te quise, semilla,
Almendra, criatura que venías andando hasta
Encontrarme.  ¿Desde dónde crecieron tus caminos?
¿Desde qué lugar viniste  para amarrar así? ¿Quién te enseñó
A hacer nudos?
De dónde hayas venido tu llanto, tu tibieza y  tu apuro
de recién nacido se toparon conmigo.
Te quise sorprendida cuando  jugabas
Húmedo dentro  de mi universo.
Te quiero hoy, alto y hermoso.
Te pido la alegría, no seas avaro,
Para no morirme de tristeza.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario