Estás allí sentado, te veo callado,
Largo, incómodo en la silla de caño deslucido. Tantos posaron
Antes que vos su anatomía de adolescentes en las sillas viejas de la
escuela vieja.
Eternas horas para vos con frío, esperando la comida de la señora Ana.
Sin medias, con poca ropa y hace frío.
No quiero imaginar qué estás pensando.
Los otros chicos llevan abrigos, zapatillas nuevas,
Mochilas de onda, dicen, que esto y que aquello, lo más.
Mochila llena de no se puede tenés, un montón de no tengo,
Bolsillos repletos de no me pidan
Que no se puede. Que no te quejes
Y que estudies, que tu futuro de eso depende. Mirá lo que pretendemos.
No nos creés, sólo tenés frío ahora. Mañana, también, pero no importa.
Una sonrisa te cambia la actitud
Y presiento qué te pasa. Miramos la hora, falta poco.
Entonces digo: ¡Qué rico olor viene de la cocina!
Yo también me voy mejor a casa.
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