miércoles, 29 de enero de 2014

Aprendizajes

Hoy no quiero hablar de poesía, ni de poetas. Hoy la realidad que nos quieren vender, la construcción que se hace de la realidad para favorecer a grupos económicos, los de siempre, me obliga a cambiar de género y de tono.
Nos están cagando.
Nos cagan cada vez que creemos en inescrupulosos que hacen lobby para bancos -banqueros, empresas fondos y bancos mundiales. Cada vez que nos dicen que todo anda bien para endulzarnos los oídos, fracasamos como sociedad, soportamos golpes de estado, políticos o económicos, pedimos a gritos que se vayan todos, y después comienza de nuevo el ciclo: esperanzas y fracasos.
Triste historia la de este pueblo que no sabe o no quiere defender lo suyo (patrimonio, riquezas, cultura). Pero en la última etapa de nuestra historia pareciera que algunas cosa hemos aprendido: elegimos la democracia como sistema de vida, preferimos las armas en defensa de la sociedad y no contra ella, queremos saber dónde están nuestros hijos, nietos, hermanos, padres; no queremos usar el dólar como moneda, estamos en la Argentina, la moneda es el Peso.
Aunque hay otros, no sabemos cuántos, que defienden con uñas y dientes los privilegios que han tenido por décadas. En realidad a lo largo de toda nuestra historia existieron: los que con el contrabando se hicieron ricos, durante al colonia, los que defendieron los intereses de los españoles, en la etapa de la independencia, los que proyectaron un protectorado para las nación recién nacida. Los que firmaron y apoyaron el tratado Roca - Runciman, y Martinez de hoz, y Videla...
Hay personas de memoria frágil, que sufrieron tantas veces como cuantas han arrasado el país. Y creen no sé por qué en discursos llenos de odio que envenenan, obligan a odiar, a perder la memoria, y creen -¿creen?-  en fórmulas y alianzas efímeras que sólo responden a los intereses de unos pocos.
Unos pocos. Y tantos son los que sufren después. Pocos para tener más riqueza.
El egoísmo los ciega, la ambición los comanda. Son unos muy h... habilidosos chorros, estafadores.

jueves, 23 de enero de 2014

Transmutación



  Una noche, se decía impaciente, cuando nadie observe mi insignificante y repulsivo ser, transmutaré. Poco a poco, como tantos otros, completaré el ciclo de la vida (al fin y al cabo la vida es esto: ser,  esperar a ser, pretender ser, alcanzar una forma adecuada - lo que otros o uno mismo desea-) el deseo. Nadie conoce el fin de su existencia, su destino o misión. Si mi existencia además de fugaz es inútil, no lo sé, se decía. Nadie lo sabe. Tal vez, fingir ignorancia sea un modo de estar a resguardo de la muerte.
   Nada  le importaba  más que  ser libre. Un día, despertaré con alas y dejaré mi rastrera sombra.
   Soñó durante  su corta vida. En cada ciclo, ante cada cambio, se sentía feliz, aún dentro de su gris existencia.  En la búsqueda, se fue transformando,  con dolor soportó cada motita nueva, la mínima alteración en el color de su piel, le crecieron de golpe, así no más, las alas, le temblaron las alas recién crecidas, un día casi llora (si a eso le llamáramos llanto). Lloró. Gimió de dolor. Ser alguien es dejar de ser otro.
   Al fin dejó de ser crisálida y  creyó que ser una mariposa era lo mejor. Era libre y estaba ante  el comienzo de una nueva vida, pero fue su final.

                                                                             

miércoles, 15 de enero de 2014

A Juan Gelman

Hoy murió Juan Gelman
El poeta grande
El padre desgarrado
Abuelo iluminado por el dolor
Y  la búsqueda.
Lo amaron, lo despiden.
Hombre de honor, justo
Hablan los amigos, lloran los amados y abandonados,
Los dejó,
Se va.      
Amarga la muerte
Enturbia el agua de los amaneceres
Deshilacha las palabras.
Estremece.
Ha muerto un poeta.
No habrá silencio que pueda con él.




Juan Gelman, definición de poesía

"Juan agradecía los premios que fue recibiendo en los últimos años: el Premio Nacional de Poesía en Argentina (1997), el Premio Cervantes en 2007; los premios iberoamericanos de poesía Ramón López Velarde (2003), Pablo Neruda (2005) y el Reina Sofía (2005); y el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo (2000), entre otros. Sin dudas eran un estímulo y reconocimiento. “La poesía habla al ser humano no como ser hecho, sino por hacer, le descubre espacios interiores que ignoraba tener y que por eso no tenía –planteó en el discurso de aceptación del Reina Sofía–. Va a la realidad y la devuelve otra. Espera el milagro, pero sobre todo busca la materia que lo hace. Nombra lo que la esperaba oculto en el fondo de los tiempos y es memoria de lo no sucedido todavía. Sólo en lo desconocido canta la poesía. Ella acepta el espesor de la tragedia humana, pero no obedece al principio de realidad sino al orden del deseo. Choca contra los límites de la lengua y va más allá en el intento de responder al llamado de un amor que no cesa. Es un movimiento hacia el Otro, pasa de su misterio al misterio de todos y les ofrece rostros que duran la eternidad de un resplandor. Corrige la fealdad, es ajena al cálculo y da cobijo en sus tiendas de fuego. Se instala en la lengua como cuerpo y no la deja dormir."
Segmento del artículo de Página/12 Por Silvina Friera

http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-237776-2014-01-15.html

viernes, 10 de enero de 2014

Ser mujer

Ser mujer
La Venus de Willendorf , Prehistoria
(Austria)
Ser Ratón           
De  uso habitual en laboratorios de cosméticos.
Ser mujer alfombra
Para ocultar la mugre, las mentiras,
Las miserias
De los que la aman más que nadie en la vida.
Ser mujer  ancla para los que viven
Amarrados
Ala madre, a la esposa, a la hija.
Ser mujer  aspiradora, lavavajillas, plancha, escoba.
Ser mujer negadora,
Optimista de libros de auto ayuda,
Dietas mágicas, pronósticos astrológicos y catálogos de moda.
Ser la mujer de Da Vinci, Botticelli o Modigliani,
Renoir, Van Gogh o Picasso,
De Homero Manzi (o de Arjona).
Ser esta o aquella.
No ser otra, invisible, silenciada, violada, sometida.
Ser Simone o TiTa Merello, ser Brigitte o Yoko Ono.
Ser y, además,
Resistirse ante el marido, el padre, el hijo, el jefe, el vecino, el amante
A no ser.

Digo que no, que no

Digo que no, que no

Por qué me mata cada día,
Por qué me dice que no, que no me quiere en cada golpe.
Digo que no.
Susurro, gemido, súplica
Que no.
La muerte se asoma  y mira.
La niña llora.                                      
La niña que se escabulle,
Tiene miedo.
El ave se agita, tiembla, vuela.
Sufren las madres de la noche.
Temen los faroles encendidos.
Aquí nadie duerme,
Sólo la espera del hachazo,
Conmueve el sueño.
No ser  pájaro, no ser insecto…
Volar, volar
O esconderse debajo de la tierra.
Debajo de la alfombra
Debajo
Lejos
Muy lejos.

miércoles, 8 de enero de 2014

La esposa



Yo no trabajo, él no nos hace faltar nada. Y se ocupa de todo. Pero claro... A veces se pone nervioso, entonces levanta la voz. Lo que de verdad me parece mal es que se enoje por cualquier cosa. Pero claro, él trabaja para que a nosotros no nos falte nada. Tenemos tres hijos. Él quería cuatro o cinco. Yo no. Es que estando sola  tanto tiempo  no es fácil criar cinco hijos. Por eso tiré dos. A mí no me importó mucho, salvo por el dolor.
La comadrona me dijo: “Hijita, ¿te la aguantás?” Y yo me la aguanté. Claro que el último me lo sacó el doctor.  Porque yo era más grande y llevaba algunos meses, como cuatro, la vieja no se animó. El doctor, sí.
Él se puso furioso. Yo no dije nada. Después se le pasó. Eso sí, quería igual y a mí me dolía. Pero yo no decía nada. No sea cosa que se fuera a enojar más todavía.
El viene cada dos semanas. Yo le preparo la ropa. Nos llevamos bien. Claro que si los chicos pelean, se enoja. O si alguno rompe algo (los pibes siempre están rompiendo algo… también los vasos o los platos) entonces él se enoja porque hay que comprar de nuevo. Yo lo entiendo y me callo la boca. Pero me duele cuando les pega a los chicos y no puedo hacer nada.
La otra vez tuvimos que llevar a la del medio al doctor. Él no estaba. Corrió un vecino con la nena chorreando sangre del ojito. El doctor me preguntó y le dije que se había caído. Me parece que no me creyó. No creo que sea por la paliza que le dio el padre. Eso había sido el día anterior. Como sea, la nena amaneció con un hilo de sangre en el ojito, que después se hizo más grande, así que la llevamos al consultorio. No tenía para pagarle y el médico me dijo: “No importa, m’ hija, me lo traés otro día, si podés”, no sé qué va a decir él cuando vuelva. Ahora tiene el ojo vendado, por unos días. Mejor, así cuando llegue, no la toca. Los otros dos son más vivos. Ésta es medio boba. En lugar de correr o esconderse, se queda quietita para que le pegue, la pavota. Los otros dos son unos demonios, por eso él se enoja tanto y se descontrola. Pero la del medio es una pava. Qué se le va hacer. Una tiene hijos, los cría igual, pero ninguno se parece al otro.

domingo, 5 de enero de 2014

El hijo

Poema del niño

Eras alegre y no sabías
que tu risa era todo
cuanto teníamos.
Que tu pequeño ser era 
columna y  fortaleza.
                           
No me quites
la alegría de tu risa,
el gesto inefable y pícaro.
Tu rostro angelical desaparece,
cuando el enojo nubla tu mirada.

No me quites el remolino
y la ola de tu risa.
Ríe. Ríete de todo.
Cuando te ríes, yo sigo soñando,
yo sigo creyendo  que todavía puedo.



Juan Rulfo, ¡Diles que no me maten! (audio)

¡Diles que no me maten! de Juan Rulfo.
Archivo sonoro.org. Publicado por Radio Saudade FB. Donado por el Archivo Gral. del Estado de  Chiapas, México
http://www.archivosonoro.org/?id=251

sábado, 4 de enero de 2014

Poesía I

                              I

Me acechan los poemas.
Estoy detenida, agazapada.
Recuerdo y recupero uno. El primero después de la niebla.
Los otros, viejos conocidos, los memorables
o temblorosos giran
 y aniquilan cualquier intento.
Los míos, los que no verán la luz,
los iniciáticos,          
vírgenes,
destruidos,
perdidos,
demorados,
tímidos,        
soñados con paciencia e impaciencia,
desechados y desechables,
los enojados,
los angustiados y porfiados,
los que nunca verán la página
ni las antologías,
se agitan y hacen señas
desde algún lugar,
desde las lágrimas,
desde el misterio y la pasión,
desde la magia o la torpeza,
desde cualquier amago de creación,
(grito o lamento,
vago gemido o súplica),
Desde el orgullo o la venganza
se detienen, me llaman.
Me reclaman, me olvidan.
Los dejo.
Los retomo.
Los detesto.
Los ignoro.
No los quiero.
Los amo.
Son míos.

viernes, 3 de enero de 2014

La mujer del peluquero


“La verdad es una, los hombres de conocimiento la explican de diversas formas”
 Ekam Sat Vipra Bahudha Vadanti (Rig Veda – Texto Sagrado)



 Un hombre que vive en la India llamado Pramod mató a su hijo de cuatro años porque, según dijo, se lo habría ordenado la diosa Kali. Hasta allí la noticia escalofriante. No más de diez o doce líneas en un periódico. (Actualmente alguna rama del hinduismo admite sacrificios religiosos de animales como ofrendas a las diosas: una la benévola;  otra,  la diosa feroz. Hasta allí la información que leemos en la red. Hay cientos de páginas que describen ritos, narran leyendas, mitologías, exponen la filosofía y la religión de millones personas que no comprendemos.)
  Una madre llora. Kali, diosa destructora en el panteón hindú (dios es Eso,  lo Absoluto), lo ordenó. Poderosas energías manejan a hombres desvalidos e indefensos que aspiran a ser Uno con el Todo, con lo Absoluto. Son energías que se experimentan, pero que no se ven. Lo más importante es lo que se hace, dicen los libros sagrados, aún más que lo que se cree. Por eso, un hombre mató a su niño pequeño, muy pequeño, para obtener el perdón y el favor divinos. Podría haberse inmolado, también lo pidió la diosa en una revelación (Él o su hijo. La diosa exigía el sacrificio.); sin embargo, no tuvo el coraje de entristecer a su familia. Dice el periódico.
  Una mujer llora sin descanso. Sabe que para liberarse del ciclo de reencarnaciones deben venerar a los dioses, si aspiran a igualar a Shiva. Dicen los textos sagrados.
  Una mujer llora sin consuelo. Dice el periódico, también, que el hombre, un peluquero, habría practicado la magia negra  por orden de un tantrik. Dijo la mujer que tenía deudas y que, a través de ese acto, pensaba recuperar una propiedad. Por el sacrificio le habría asegurado el gurú sería perdonado.

  Llora la mujer por el niño de cuatro años muerto, degollado por su padre. No pudo intervenir para salvarlo. Nada sabe ella de  revelaciones. Le duelen las tripas.

  Dice también el periódico que el detenido podría haber mentido y que, en un acto de venganza, habría asesinado al inocente porque  era  hijo de otro hombre. Llora la mujer adúltera.

Después del crimen de Wanda Tadei, más mujeres mueren quemadas

"Otra víctima del fuego y el machismo 

La víctima, de 39 años, tiene el 60 por ciento del cuerpo quemado. Sus hijas y sus hermanos denuncian que era víctima de violencia de su pareja. Pero el fiscal asegura que no tiene pruebas para inculparlo.

 Por Mariana Carbajal

Nuria es madre de cinco hijas, de entre 21 y 5 años. Las hijas mayores, de 21 y 18 años, alertaron el año pasado al resto de la familia sobre la situación que estaba viviendo su mamá. Las jóvenes se lo contaron a su abuela, Adriana Guiñe, mamá de Nuria. Y a partir de ahí lo supieron los demás hermanos de Nuria, que son cinco. “Ante las situaciones de violencia, las hijas mayores de Nuria se empezaron a ir a vivir con su papá. Al principio nosotros no sabíamos por qué se mudaban, pero después nos contaron. Cuando nos enteramos de esa situación, yo, mi mamá y mis hermanos, la llamábamos a Nuria, les decíamos que tenía que dejarlo a Ibáñez, que iba a terminar quemada o con un tiro en la frente. Pero ella minimizaba todo, decía que sólo le pegaba en los brazos y no nos quería escuchar”, contó Adriana a Página/12. “No nos dejaba que nosotros nos metiéramos”, lamentó.de Página 12 http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-236949-2014-01-03.html


Hasta aquí parte de la nota. Hay un femicidio cada 35 horas en la Argentina. Al menos 209 mujeres fueron asesinadas en los primeros 9 meses del año 2013 en el país. El informe, elaborado por la Asociación Civil La Casa del Encuentro, remarca que en los últimos cinco años y nueve meses hubo en la Argentina 1.432 femicidios.

Las mujeres, textos escritos a partir de crónicas periodísticas



No era la primera vez

  Lo vio cuando la chica entró al dormitorio. Estaba enfurecido. No era la primera vez. Si el chiquito lloraba, se volvía loco. Cuando el de siete años molestaba a la hora de la siesta, gritaba hasta que todos los vecinos salían a la vereda para ver qué pasaba. Nadie se metía.

 Era una pareja despareja. Ella tenía veinticinco o veintiocho, más o menos, y él tenía unos sesenta y pico, usted sabe cómo son esas cosas. Para mí que ella se juntó con el viejo para darle un bienestar a los nenes, pobrecita.  ¿Qué se iba a imaginar? Lástima que se quedó. Todos acá en el barrio le decíamos que se fuera. Pero, ¿adónde iba a ir la pobre con los dos chicos?
 
  Primero la golpeó y parece que se le fue la mano. Después la colgó del tirante de la pieza… Está muy marcada. El de siete presenció todo. Cuando entramos -ya habíamos oído los gritos, pero allí siempre peleaban ¿quién se iba a meter, vio?- la vimos a ella. Era una chica joven y linda. Él estaba colgado en el patio, en un roble viejo que había plantado el padre de su padre.

  “El sexagenario habría asesinado a su esposa y luego se quitó la vida, en presencia de un niño de siete años”, dijo el periodista rosarino en el noticioso del mediodía.



Se preguntarán por qué escribo Las mujeres. Relatos

Las mujeres, reúne textos breves, escritos autobiográficos, relatos pseudo-periodísticos desde la perspectiva de las protagonistas, relatos de situaciones en que las mujeres son o han sido violentadas, discriminadas o estigmatizadas; algunas llevadas al límite de lo posible para un ser humano. La mujer del peluquero, por ejemplo, es la re escritura de una noticia que leyó un alumno en clase. Me impactó el hecho y el modo de abordarlo. Este texto en particular está elaborado como cuento.
Otros relatos han sido escritos en distintas épocas y los publico ahora por la notoriedad que les dan a hechos dolorosos y hasta aberrantes las crónicas periodísticas, se dispara mi memoria o la necesidad de alzar la voz para visibilizar la violencia ejercida de distintos modos sobre las mujeres y los niños.
Ya son hasta ahora  22 los textos de Las mujeres, no todos publicados porque tienen algunos un significado muy especial para mí.

Lo leve

La insoportable levedad, el título elegido para el blog, remite a la novela de Milan Kundera; sin embargo no hay  alusiones a la obra del escritor checo. Se trata de la levedad, la fragilidad de la existencia y, por el contrario, el peso de los mandatos culturales, del egoísmo paterno o materno, del autoritarismo y la violencia ejercida sobre los débiles, los niños, las mujeres, los ancianos.
Denuncia, crítica, sanación, lamento... También a la inversa: dolor y lamento, denuncia crítica, sanación y perdón.
¿Alguna vez se sintieron llevados, arrastrados por el viento, las circunstancias, la vida? Yo sí, como tantas mujeres, niñas, hijas. Pero no es cuestión de regodearnos en el dolor, mejor que eso es ser activista y luchar por los derechos de los frágiles, los que se quiebran bajo el poder o de los que sufren por el dolor que les provoca la violencia.
Agrego: La voluntad poética, la necesidad de comunicar, de escribir y dar a leer mis textos recién nacidos. El amor por la literatura que no es frágil sino fuerte y se fortalece y crece en el quehacer literario de dar clases, escribir, leer  lo propio y lo ajeno. Lo leve es la vida, amigos, por eso emociona, ilusiona, enamora.






Poetisa de Pompeya, hallado en Pompeya.