martes, 11 de marzo de 2014

Algunas palabras se agitan convulsas


Algunas palabras  se agitan convulsas.
Nunca dijimos todo.
El dolor  manda y silencia.
Hay tiranos adheridos en los huecos, grises
Dobleces de la memoria. Tiranos
Incrustados  en los cuellos quitan el aliento       
Y en las manos
Ajustan cadenas invisibles,
Lastiman  indiferentes.
No pudimos hablar.
Ocultos debajo de las sábanas
Esqueletos escuálidos  lloran entre las  almohadas.
No decir.
Silencio. No se debe hablar.
Acordamos tácitamente no lastimarnos
También  con  las palabras. 
Esquirlas  muerden desde adentro.
El silencio  anuda  retorciéndose
Desgarrando   
Y se pudre la carne.
Revienta en  pus la memoria de lo no dicho.
Yo lo sé hoy, pero ya es tarde.




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