miércoles, 8 de enero de 2014

La esposa



Yo no trabajo, él no nos hace faltar nada. Y se ocupa de todo. Pero claro... A veces se pone nervioso, entonces levanta la voz. Lo que de verdad me parece mal es que se enoje por cualquier cosa. Pero claro, él trabaja para que a nosotros no nos falte nada. Tenemos tres hijos. Él quería cuatro o cinco. Yo no. Es que estando sola  tanto tiempo  no es fácil criar cinco hijos. Por eso tiré dos. A mí no me importó mucho, salvo por el dolor.
La comadrona me dijo: “Hijita, ¿te la aguantás?” Y yo me la aguanté. Claro que el último me lo sacó el doctor.  Porque yo era más grande y llevaba algunos meses, como cuatro, la vieja no se animó. El doctor, sí.
Él se puso furioso. Yo no dije nada. Después se le pasó. Eso sí, quería igual y a mí me dolía. Pero yo no decía nada. No sea cosa que se fuera a enojar más todavía.
El viene cada dos semanas. Yo le preparo la ropa. Nos llevamos bien. Claro que si los chicos pelean, se enoja. O si alguno rompe algo (los pibes siempre están rompiendo algo… también los vasos o los platos) entonces él se enoja porque hay que comprar de nuevo. Yo lo entiendo y me callo la boca. Pero me duele cuando les pega a los chicos y no puedo hacer nada.
La otra vez tuvimos que llevar a la del medio al doctor. Él no estaba. Corrió un vecino con la nena chorreando sangre del ojito. El doctor me preguntó y le dije que se había caído. Me parece que no me creyó. No creo que sea por la paliza que le dio el padre. Eso había sido el día anterior. Como sea, la nena amaneció con un hilo de sangre en el ojito, que después se hizo más grande, así que la llevamos al consultorio. No tenía para pagarle y el médico me dijo: “No importa, m’ hija, me lo traés otro día, si podés”, no sé qué va a decir él cuando vuelva. Ahora tiene el ojo vendado, por unos días. Mejor, así cuando llegue, no la toca. Los otros dos son más vivos. Ésta es medio boba. En lugar de correr o esconderse, se queda quietita para que le pegue, la pavota. Los otros dos son unos demonios, por eso él se enoja tanto y se descontrola. Pero la del medio es una pava. Qué se le va hacer. Una tiene hijos, los cría igual, pero ninguno se parece al otro.

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