Los zapatos rotos pisan
el destierro.
Ella va con su hijo a
cuestas,
Su cansancio a cuestas,
Sus verduras frescas,
Coloridas prendas de una
chola joven.
Va
Cantando bagualas,
Cuidando las llamas,
Llevando el rebaño,
Cortando las rutas,
Lavando la ropa,
Juntando la leña,
Pariendo los hijos.
Ella va
Torciendo el destino
Torciendo el destino
De quinientos años,
De los que sembraron el
odio y la peste,
De los que murieron,
De los homicidas
Que son los abuelos de
otros abuelos
Que violaron antes a otras como ella
Y parieron hijos más
blancos que ellas,
Que estudiaron letras,
estudiaron leyes,
Usaron las armas y mataron
primos
Oscuros y pobres. Muy
solos,
Tan desamparados.
Ella va
A estudiar la letra,
A leer la ley.
La letra
Que la tiene atada,
Que le niega el pan,
La ajena a su tierra
Y la ha desterrado
En su propio rancho.
Ella lleva
un cansancio ilustre,
un cansancio ilustre,
Por eso va
con su hijo a cuestas.
con su hijo a cuestas.
Por eso eligió seguir.
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