Perdió los estribos,
dicen
Aunque nadie sepa dónde;
El hombre
violento
Tiene
miedo,
Se le
ha caído roto
El amor. El corazón vacío.
Yo quiero un hombre
Que no me mate
Ni de amor, ni a palos;
Se consuma conmigo
En el fuego de los cuerpos desnudos
Y
no muera, si se marcha. O se muere.
Si con las decepciones sufre,
Que no me pegue;
Si por las cosas de la vida
Pierde todo y se desalienta,
Si pierde la cordura antes que el amor
Que no me pegue;
Si el trabajo es duro,
No amenace con el puño
cerrado
Y la maldición en la
boca;
Y si no pudiera o no
quisiera amarme
Que no grite, ni culpe
a nadie;
Que arranque su machismo
De macho cabrón
De la cama,
De la cocina,
Por las calles
Y saque a pasear
Su condición de hombre,
De bueno para todo,
Con sus temores
Tan humanos;
Con sus fracasos a
cuestas,
Como una.
Quiero la promesa: Si un hombre mata
Que sea sólo una metáfora,
Que sea de amor
Y no a los golpes;
Quiero ése
Que si me estruja el
alma,
Sea por la inquietud de
su presencia;
Que si el corazón revienta
en mi pecho,
Sea por la pasión
Y no por una bala.
Quiero un hombre
Que se quede conmigo
Y no me mate, sino que
me acompañe
Hasta el último día
Con mi amor amarrado al
suyo
Y un beso en la boca
Que me demore.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario